Las pólizas de crédito son uno de los productos financieros más extendidos entre las empresas. Sin embargo, a menudo son utilizadas incorrectamente por los empleados, autónomos y pymes. Hoy desde SBM Sociedades, su empresa experta en constitución para posterior venta de sociedades en Barcelona, Madrid, Valencia y Sevilla , le explicamos qué es una póliza de crédito, cuánto cuesta una póliza de crédito y cómo y cuándo debe usar la póliza de crédito.
¿Qué es una póliza de crédito?
Una póliza de crédito es un préstamo, el cual permite que una empresa se pueda endeudar de forma temporal hasta un límite de crédito definido por la entidad bancaria.
La empresa obtiene el capital del préstamo por parte del banco de forma gradual. Esto dependerá de las necesidades financieras que tenga la empresa. Para ello, se acuerda un plazo de tiempo entre la compañía o individuo y la entidad financiera siendo normalmente de 1 año.
Para poder conseguir endeudarse poco a poco, una póliza de crédito se debe asociar a una cuenta corriente. De esta manera, si la empresa no tiene capital suficiente en el momento de pagar un recibo, la póliza de crédito cubre el gasto financiero.
¿Cuánto cuesta?
Las pólizas de crédito tienen un coste económico elevado. Este se decide según varias características como: el capital máximo fijado, el vencimiento del préstamo, el saldo que se dispone y del que no, entre otras. Existen varios tipos de gasto:
- Comisión de apertura: se establece dependiendo del capital máximo al que la empresa pueda acceder. Pues el porcentaje variará en cada caso, gravando desde un 0,25% a un 2% del total.
- Comisión de disponibilidad: es el coste de la parte del crédito contratada y no usada aún. Es decir, si disponemos de una póliza de 35.000€ y solo hemos gastado 20.000€, la comisión se gravará en base a los 15.000€ restantes con un 0,1% de intereses aproximadamente.
- Interés según el saldo medio dispuesto: es el % de interés que pagamos por el capital de la póliza. Se calcula mediante el método hamburgués.
- Interés según el saldo medio no dispuesto: es el % de interés que la entidad cobra por el capital de la póliza no utilizado.
- Interés de excedido: es el % de interés a pagar si sobrepasamos la cantidad máxima del préstamo escogido.
¿Cómo y cuándo usar una póliza de crédito?
Este producto financiero suele emplearse de forma incorrecta ya que, si abusamos de su uso, el flujo de caja será negativo siempre y, por tanto, la necesidad de financiación externa cada vez mayor. Por este motivo, se recomienda primeramente utilizar nuestros recursos propios para pagar los gastos. Es decir, no financiar la compra de los activos fijos (máquinas, transportes…), desfases de la tesorería o los impagos a clientes.
Para utilizar las pólizas de crédito correctamente, se debe usar solo para cubrir necesidades puntuales de la tesorería. Por ejemplo, en las liquidaciones trimestrales del IVA. En caso que quiera invertir para el crecimiento de su empresa, deberá emplear una financiación fija como el crowfunding o leasing, entre otras. Además de mejorar el flujo de caja.
Si, por lo contrario, prefiere un préstamo a medio o largo plazo, como los préstamos ICO, se debe calcular cuánto puede afrontar su empresa financieramente.
Finalmente, queremos hacer un apunte. Si ya tiene una póliza de crédito y desea renovarla, le recordamos que esta debe ser solo de uso puntual y, por tanto, sería un uso incorrecto de la misma.
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