El contexto empresarial de las sociedades con acciones al portador está estrechamente relacionado con la flexibilidad y la rapidez en la transferencia de la propiedad dentro de una sociedad, las cuales son características que han sido tradicionalmente vistas como muy interesantes en ciertos sectores económicos.
Puesto que la venta de sociedades anónimas es legal en España y se puede aprovechar por muchos motivos, las acciones al portador se diseñaron para facilitar las operaciones comerciales allá donde la agilidad para que las acciones cambien de manos era prioritaria.
Por eso, empresas de exportación e importación, así como negocios familiares, o en general, las sociedades mercantiles han recurrido a este esquema para acelerar las transacciones y para mantener la privacidad de la estructura accionarial.
No obstante, como veremos en este artículo, la globalización y la necesidad de cumplir con estándares internacionales han llevado a muchos países a restringir o prohibir estas acciones, debido a los riesgos que implican.
Pero como en España son legales y se pueden utilizar en la venta de sociedades urgentes, vamos a analizar toda la información interesante sobre este tipo de estructura empresarial con respecto a las acciones.
¿Qué es una persona jurídica con acciones al portador?
Una persona jurídica con acciones al portador es una entidad legal cuyo capital social se divide en acciones que no están registradas a nombre de un titular concreto.
Por lo tanto, en lugar de estar asociadas a una persona o a una entidad nominativa, estas acciones pertenecen a quien las posee físicamente en un momento dado.
A través de esta característica estructural, la propiedad de la empresa puede transferirse simplemente mediante la entrega física de los títulos de las acciones, sin necesidad de registros formales, o de notificaciones a la propia entidad.
La principal particularidad de las acciones al portador reside en la ausencia de identificación del propietario en los registros de la sociedad, ya que a diferencia de lo que sucede con las acciones nominativas, las acciones al portador se pueden transferir de forma confidencial.
No obstante, como es lógico, la falta de registro formal de los propietarios dificulta que se pueda identificar a los beneficiarios finales de la entidad, lo que se puede aprovechar para la realización de actividades ilícitas, como el blanqueo de capitales o la evasión fiscal.
Por esta razón, muchos países han implementado medidas restrictivas, o han prohibido la emisión de acciones al portador, a través de por ejemplo, el hecho de exigir que estas acciones se depositen en custodia de instituciones financieras, o de agentes fiduciarios, con el fin de mantener un registro actualizado de los propietarios.
¿Qué significa emitir acciones al portador?
Cuando una empresa decida emitir acciones al portador, lo que está haciendo, según la información y las definiciones que estamos dando, es que los títulos que representan la propiedad de la sociedad no tengan una identificación personal, es decir, que no sean nominativos.
Como hemos visto, esto es algo legal pero que según el país puede tener restricciones, por lo que a la hora de emitir acciones en una empresa internacional, y sobre todo cuando se quieren comprar, hay que estudiar muy bien qué dice la legislación vigente en la sede fiscal del emprendedor o de la empresa que vaya a realizar la adquisición.
Por ejemplo, en España, la Ley de Sociedades de Capital establece en su artículo 113 que ‘Las acciones representadas por medio de títulos podrán ser nominativas o al portador, pero revestirán necesariamente la forma nominativa mientras no haya sido enteramente desembolsado su importe, cuando su transmisibilidad esté sujeta a restricciones, cuando lleven aparejadas prestaciones accesorias o cuando así lo exijan disposiciones especiales’.
Además, organismos internacionales como el ‘Grupo de Acción Financiera Internacional’ han recomendado la eliminación, o al menos, la restricción de las acciones al portador debido a los riesgos que consideran que están asociados con su anonimato.
Según los fundamentos de esta recomendación, se busca fortalecer la integridad del sistema financiero global y prevenir su uso indebido para fines ilegales.
Así que se puede decir, que la tendencia global se inclina hacia la desmaterialización de estos títulos, o hacia su conversión en acciones nominativas, donde la identidad del propietario está claramente establecida y registrada.
¿Cómo funciona la venta de una sociedad con títulos al portador?
A pesar de todo lo que hemos comentado, puesto que estas acciones siguen siendo legales en nuestro país y hay muchas personas que valoran mucho la privacidad, es que estas acciones se siguen empleando en el traspaso de empresas con antigüedad.
Desde luego hay que reconocer que esta modalidad de transmisión ofrece una serie de ventajas, como son la simplicidad en el proceso de venta y la confidencialidad en la identidad de los accionistas.
De hecho, en realidad resulta muy sencillo transmitir la propiedad de acciones al portador, puesto que bastaría con acordar un precio y venderlos, aunque por supuesto, habrá que tener en cuenta los requisitos que se pongan en cada país, sobre todo si te trata de una transferencia internacional.
Si se hace dentro de España y sobre todo, si se recurre a una empresa que ofrezca un servicio de venta de sociedades limitadas y anónimas, será si cabe, todavía mucho más sencillo todo el procedimiento.
Pero desde luego, por sus propias características, ya te habrás dado cuenta que la transferencia de empresas con acciones al portador se tiene que hacer con plena garantía legal, para evitar problemas, así que si quieres asesoría profesional, te invitamos a contactar con nosotros.