Hace dos años, en mayo de 2017, se creó en Cataluña un impuesto sobre los activos no productivos que sería suspendido inmediatamente cuando el Gobierno de España presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional.
Ahora el Tribunal constitucional ha declarado constitucional el impuesto sobre activos no productivos, y su suspensión se levanta marcando así un precedente para las demás comunidades autónomas.
Por este motivo hoy desde SBM Sociedades, su empresa para la compra y venda de sociedades en Barcelona y Madrid se lo aclaramos todo sobre el impuesto sobre los activos no productivos.
Impuesto sobre los activos no productivos de las personas jurídicas
Este impuesto, creado por la Ley 6/2017 del 9 de mayo, es exigible en todo el territorio de Cataluña, y tiene por objetivo grabar los bienes no productivos y algunos de los derechos que recaen sobre estos bienes que son parte del activo del sujeto pasivo.
De esta forma, se pretende gravar el patrimonio personal de uso privado que se traslade a estructuras societarias, poniendo la atención sobre los activos improductivos de las sociedades, y desincentivando dichas prácticas.
Los contribuyentes del impuesto de activos no productivos son:
- Las entidades con personalidad jurídica
- Entidades sin personalidad jurídica constituyentes de una unidad económica o patrimonio separado susceptible de imposición.
En ambas situaciones, el sujeto pasivo debe tener objeto mercantil.
La base imponible es la suma de los valores activos no productivos, siendo para los inmuebles el valor catastral, y para el resto su valor de marcado.
¿Qué activos se consideran no productivos?
El hecho imponible queda constituido por la tendencia del sujeto pasivo titular de derecho real o de uso de los activos que cumplan estos requisitos:
- Ser improductivos
- Estar ubicados en Cataluña
- Tener un valor superior al que establece la Ley de patrimonio histórico.
Quedan exentos así los bienes inmuebles de entidades sin ánimo de lucro, siempre que estos se destinen de forma exclusiva a finalidades no lucrativas.
Son también considerados activos no productivos aquellos activos cedidos de forma gratuita a propietarios, socios y personas vinculadas con la sociedad, a no ser que su utilización signifique un rendimiento en especie.
Los activos no afectos a ninguna actividad económica, a excepción de aquellos cuyo valor de adquisición no supera el de los beneficios no distribuidos obtenidos por la entidad en los 10 años anteriores.
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